La primera papilla
etapas de la vida> 0-6 meses
Entre los 5 y 6 meses, tu pequeño se ha convertido ya en un precioso bebé de grandes mofletes. Y, tanto si le das el pecho como si no, sus crecientes necesidades nutricionales y energéticas requerirán algo más que solo leche. En algún momento entre los 5 y los 6 meses será la hora de introducir los primeros semisólidos. Introducir alimentos más temprano no solo es innecesario sino imprudente, ya que solo aumenta el riesgo de alergias. Además, los bebés más pequeños serán incapaces de manejar una cuchara.
No obstante, a partir de los 6 meses tu hijo debe ser capaz de comer sólidos finamente triturados. Empieza poco a poco con algunas cucharadas de puré de verdura (como por ejemplo, de zanahoria) antes de la toma de leche habitual. No te preocupes si lo escupe o empieza a llorar. La zanahoria triturada tiene una textura y un sabor diferente a la leche y también se come de manera distinta. A muchos bebés les encanta esta nueva experiencia, pero a otros no. Espera unos días y vuelve a intentarlo.
Cuando tu bebé se haya acostumbrado a esta nueva forma de comer, su pediatra o doctor recomendará incorporar gradualmente otros alimentos y complementarlos con el amamantamiento o toma de leche. Esta forma gradual es importante ya que irás conociendo más sobre su tolerancia a ciertos alimentos y tu bebé ira descubriendo otros sabores y texturas.
Si quieres cocinar tú misma la comida de tu bebé, presta atención a la hora de elegir los ingredientes. Si consumes potecitos precocinados, también vale la pena que mires cuidadosamente la lista de ingredientes, incluso la letra pequeña. Otra cosa importante: además de comer, tu bebé también necesita beber. Esto ayudará a que la comida pase mejor y facilitará la digestión. Las bebidas adecuadas para tu bebé son agua o jugos de fruta sin azúcar y diluidos.