Aprender a caminar
etapas de la vida > 6-18 meses
Con sus primeros pasos, tu hijo verá el mundo, y a ti, de forma diferente.
Aunque tu hijo tenga todo lo necesario para caminar y esté preparado para arrancar en cualquier momento, la transición del gateo a ponerse en pie y caminar es muy grande. Cada paso requiere una gran cantidad de confianza en uno mismo. Algunos bebés son valientes y consiguen caminar a los once o doce meses, mientras que otros tardan el doble. Es posible que tu hijo prefiera concentrarse en el desarrollo del habla en este momento y no tenga tiempo para esfuerzos físicos excesivos.
Esto es perfectamente normal, no hay por qué fulminar con la mirada al niño del vecino, que ya se contonea alegremente por el jardín. No hay que forzar, bajo ninguna circunstancia, el desarrollo del niño. Olvídate de los andadores: pueden hacer que el niño se vuelva patizambo o que se le arqueen las piernas, provocar una mala colocación de los pies o incluso lesiones de espalda. Además, los niños son extremadamente sensibles a las señales de insatisfacción de sus padres, lo cual no es nada beneficioso para la confianza en sí mismos. Es mejor que animes a tu hijo a conseguir aquello para lo que está preparado y que podrá llevar a cabo con éxito.
Una vez que tu hijo dé el gran paso y pueda caminar, su visión del mundo cambiará por completo. Poder desplazarse permite ver las cosas desde diferentes perspectivas. Y con esta capacidad el niño cada vez adquiere una mayor conciencia de su propio ser. Tu hijo comenzará a tener una mayor conciencia de sí mismo y de los demás como personas independientes. A partir de ahora, le interesará descubrir la diferencia entre “yo” y “tú”, entre “tuyo” y “mío”. Este es también el momento de “prevenir desastres” con medidas como protección de escaleras, ventanas y balcones de seguridad o escalones antideslizantes. En cualquier caso, a veces un “no” cariñoso pero firme es la mejor manera de poner freno a las vertiginosas carreras de tu hijo.